Inspirado en fábricas y almacenes, el estilo industrial sigue evolucionando. Techos altos, estructuras metálicas expuestas y grandes ventanales son reinterpretados con acabados más cálidos y materiales sostenibles, creando espacios modernos y acogedores.

En conjunto, estas tendencias muestran una arquitectura que no solo responde a las necesidades actuales, sino que también anticipa los desafíos del futuro, destacando la importancia del equilibrio entre estética, funcionalidad y responsabilidad ambiental.